La novela Ortem, una historia sobre el Metro de Madrid escrita por José Martín Molina, ya está a la venta. Tanto en formato libro como en formato eBook.
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El beodo no ha avisado, que hubiera sido un gran detalle por su parte. Sin más se ha agachado y ha abierto el grifo de su garganta, echando un líquido pegajoso, rezumante, con burbujas y todo. Parece el puré de un bebé de otro planeta.
El pobre desgraciado que ha sido rociado, un pimpollo elegante, trajeado y con aspecto de jefe de ventas de maletas gigantes, se mira el repugnante vómito que embadurna su elegancia trajeada. Sus zapatos brillantes ahora parecen un trozo de mierda seca. Se rasca, tose, se pone nervioso, no sabe cómo reaccionar. Al principio tiene un amago de empujar violentamente al borrachuzo y arremeter con él a golpes, pero se corta en seco, se reprime, esboza una mueca de resignación, de compasión, de desdicha y de ajggg, qué asco.
Siempre es igual, un borracho sólo te despierta dos sentimientos: ternura y asco. La señora remilgada... Patorras que le cuelgan, traquetea su cabeza. Se refleja en la ventana de en frente, en la sombra, su bolso agarrado vuela con la velocidad. Así nuestros reflejos. Da la sensación de que la velocidad se nos lleva para no volver a ser iguales nunca, nunca.
Fugaces, somos sombras fugaces, aquí.
Los borrachos se apean, ajajá, siempre coincide, los borrachos, todos los bebedores profesionales, se bajan en Sol. Y es que Sol es el centro del gentío, el kilómetro cero de donde parten todas las muchedumbres, de aquí a Pekín. Saldrán del agujero negro los beodos estos. Rebotarán con la gente. Ping, Pang. Por las calles. Ping, Pang. Aquí ya han dejado su huella, su lastre, su viscoso testimonio esparcido por el suelo. Una espantosa plasta que parece puré podrido de horchata.
Y de nuevo, como por arte de magia, ya les veo en la taberna, o con un tetra-brick de vino en cualquier plaza, siempre tendrán que llevarse algo líquido y con grados al rebosante gaznate. Tienen ya las gargantas tan resitentes como el cristal. Son las esponjas de las vendimias. Son tinajas repletas y en plena fermentación de alcoholes, éstos dos, los que se acaban de bajar.
autor: pepeworks
Estás viendo el blog personal del escritor y diseñador José Martín Molina (Pepeworks). Puedes saber más sobre sus creaciones en sus sitios web:
► web de escritor: www.josemartinmolina.com
► web de diseño: www.pepeworks.com . Se agradece la visita!
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