31 enero 2012





Radio MARABUNDIA: programa sobre la música de Front 242
Radio MARABUNDIA - 5ª Temporada, Programa Núm. 27
Programa emitido el 20 de mayo de 1999.

Intervienen:
José Martín Molina (locución y controles de sonido).



Contenidos del Programa:
- Programa musical: La música de Front 242


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30 enero 2012


Sueño (86) publicado en Un laboratorio indecente el 19/01/2012


(86) El entierro de Meki y el enfrentamiento con el terrible nazi

el sueño del entierro de Meki en una tumba en una playa frente al mar y del enfrentamiento contra un nazi terrible y peligroso
No sé con qué objeto ni para qué pero llego a una ciudad costera de Galicia (que se identifica geográfica y simbólicamente con Finisterre). En seguida, en una calle con coches estacionados, me encuentro con Albero, Gus y David Pastor, apoyados en un automóvil. Me hacen mirar hacia abajo, donde, salvando un malecón, está la playa, y justo al término de esa playa, rozando las aguas, se ve la tumba de Meki, que es muy rudimentaria, con una serie de piedras colocadas alrededor de la tumba y en el medio clavada una cruz hecha con un par de ramas. La tumba ha sido construida ahí por decisión de Albero. Siento el dolor, el desconcierto y la rabia, al comprender que Meki ha muerto. Estamos todos solemnes, heridos, consternados. A nuestro lado aparecen de improviso las hermanas Patricia y Vanesa, mis antiguas compañeras de trabajo de la cripta mágica. Muy alegres y sorprendidas de verme, me saludan. Yo me muestro un poco evasivo, deseando que se vayan, ya que no es momento para chanzas. Al instante se marchan. Volvemos a nuestro mutismo contemplando la tumba de Meki.

Yo pienso que no es buen sitio para una tumba. En primer lugar porque puede subir la marea, con lo que acabaría arrastrando la tumba y los pobres restos de nuestro amigo. En este sentido les participo a mis colegas que quizá sería mejor sepultar a Meki en el mar. Además, está el inconveniente de que cualquiera que pasase por aquí podría encontrarse con la tumba y ponerse a revolver o cualquier otra cosa. Es hablar esto o pensarlo y justo en ese momento surge un niño sobre la desértica playa, y empieza a remover la tierra que tapa a Meki. Aparecemos, dando un salto espacial, al lado del chaval, espantándole como a una mosca, para proteger el espacio sagrado de nuestro amigo. Las tierras están revueltas e intentamos volver a taparlas, con cierta dificultad. Salen a flote parte de los restos de Meki en forma de amasijo de cachivaches, que intentamos tapar una vez más. Definitivamente esta sepultura es muy endeble, muy inestable.

Uno de los nuestros ha salido corriendo tras el chaval intruso hasta darle alcance, con la idea de asegurarnos de su silencio. El mocoso, asustado, ha prometido que no revelaría a nadie la ubicación de la tumba. Le dejamos marchar. Pero es evidente que siendo un niño, su promesa no vale gran cosa.

Sin aparente transición, tras regresar de amonestar al chico, en el lugar donde se encontraba la tumba de Meki, ahora hay una especie de extensa caseta de playa, un espacio cubierto por un montón de paja o madera, delimitada sólo por unos pequeños muretes de madera a modo de valla. Aunque el recinto tiene una estructura y apariencia tan mundana, en realidad se trata del santuario de un terrible nazi muy peligroso con poderes diabólicos que deambula por aquí. Un tipo alto, fuerte, de figura imponente, con un pelo corto y duro de color rubio platino, de fiera e intransigente mirada, una poderosa inteligencia y ataviado con vestimenta de cuero negro tipo "Matrix". En seguida me sorprende y para salvar el pellejo, con todos los medios a mi alcance, rápido y astuto, intento hacerle ver que soy aliado suyo y no enemigo. Le convenzo de que tengo una ascendencia alemana, limpia de judaísmo. Incluso le responderé algunas frases en alemán. Para resultar más veraz, digo un par de cosas racistas que estoy seguro que serán de su total agrado y satisfacción, y así será. Con unas estratagemas y otras, no tardando mucho, logro ganarme su entera confianza, convirtiéndome, según cree él, en uno de sus más fieles y afines adeptos.

Pero mis intenciones son muy distintas: acabar con esta suerte de demonio, aniquilarlo si es posible. (Muchas veces cuando me despierto a medias e intento repasar y recordar el sueño para luego escribirlo, sucede que vuelvo a dormirme y el sueño se repite pero con variaciones y quizá distintos desarrollos. En este caso es lo que ocurre con toda esta aventura con el pavoroso nazi, con lo que lo siguiente no sé si algunas partes pertenecen a la primera o a la segunda versión del sueño). Así, el nazi congregará a un montón de gente en una guisa de ritual, con posibles sacrificios, para captar más seguidores. Todos están sentados en pequeños bancos similares a los de una iglesia. El nazi comenzará un discurso, vagando entre los asistentes. Está abierto a propuestas con aparente tolerancia, pero cuando alguien hace alguna observación que se sale de sus credos, ese alguien desaparece como si se lo hubiese tragado la tierra. Es lo que ha ocurrido con un hombre medianamente calvo que se ha levantado y dicho algo reprobatorio. Y lo mismo con otras dos o tres personas. Con lo que el terror va en aumento entre los presentes. Pero también la rebeldía. En esta reunión, el satánico personaje hará además algunos efectos de magia para sembrar el desconcierto y la veneración, como por ejemplo convertir algunos bancos en balsas de agua con apenas unos enérgicos movimientos de manos.

El dictador tiene un fiel seguidor que desde el principio me cogió ojeriza, no fiándose para nada de mí y estando siempre alerta para desenmascararme. En la segunda versión del sueño, aparte de este esbirro, habrá otra chica morena, atractiva, de apariencia muy draculina y que es sumamente perspicaz, que igualmente buscará la oportunidad de poner en evidencia mi espíritu traidor. Los acontecimientos se precipitarán. Los secuaces del nazi acaban por descrubrirme, cuando de noche ya, me espían mientras hablo con uno de mis ayudantes secretos, probablemente David Pastor, acerca de la manera de matar a semejante monstruo. Delante del nazi me delatarán, pero curiosamente el terrorífico nazi en vez de desconfiar de mí, creerá que son sus dos ayudantes los traidores, que organizan un complot, y los eliminará sin más.

El sueño termina con el enfrentamiento directo que tengo con el nazi, en la playa, en las inmediaciones de su caseta, que colérico busca fulminarme al quedar al descubierto mi traición y mis verdaderas intenciones. Es cuando descubrimos que este satánico personaje no es del todo humano: tiene poderes sobrenaturales, como enviar mortíferos rayos desde sus manos extendidas. No es nada fácil terminar con él, no sabemos qué es lo que le mata. En la primera versión del sueño, mediante no sé qué objeto, consigo que sus furibundos rayos reboten y le alcancen de lleno a él, destruyéndole de inmediato. En la segunda versión del sueño, descubro que échandole agua por encima, el nazi se desintegra, así pues comienza un ir y venir de cubos repletos de agua.

El libro de los sueños del autor José Martín Molina
Narración perteneciente al libro de relatos "Sueños" (Tomo I) del escritor José Martín Molina. Ahora disponible tanto en formato libro como en formato eBook.

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29 enero 2012


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horóscopo semanal de aries ARIES
Soñarás, entre grandes desasosiegos, con que el Capitán Garfio te pone una banderilla y después te arroja al mar para que te devoren los tiburones. Este sueño tiene un significado muy relacionado con un voraz apetito sexual que tendrás durante los próximos días. Lo cual tendrá consecuencias en la salud: hacia el miércoles o el viernes te saldrá un orzuelo imaginario.

horóscopo semanal de tauro TAURO
Debido a una influencia astral del planeta Golomeda, perteneciente a una galaxia paralela, durante la semana que va del 30 de enero al 5 de febrero de 2012 padecerás un hambre sin medida a todas horas. Engordarás tanto o más que un ceporro. Te saldrá de golpe una descomunal barriga cervecera. También se te hincharán los dedos hasta parecer blandengues salchichas de Frankfurt. El culo se te va a poner tan grande como un estadio de fútbol. Los pies aumentarán como globos con forma de pepino. Todo lo cual te producirá tremendos problemas de movilidad, más que caminar, tendrás que desplazarte rodando.

horóscopo semanal de géminis GÉMINIS
Si tu esperanza para las predicciones de esta semana consistían en tener por delante unos días estupendos, maravillosos, increíbles y alucinantes, nos tememos que vas a tener que consultar otro horóscopo online que sepa mentirte mejor…

horóscopo semanal de cáncer CÁNCER
Nuevos rumbos en tu trayectoria profesional. Estos nuevos derroteros no vienen motivados por una consecución lógica según tu trayectoria, sino por el abrupto transcurso etéreo y casual de los fortuitos accidentes que truncan el estado natural de desarrollo según las directrices lógicas y consecutivas. Si no terminas de aclararte con lo que te decimos, te instamos a que cojas un diccionario y busques la palabra “despido”.

horóscopo semanal de leo LEO
Nuestro mensaje semanal, por mor de las travesuras (que no travesaños, ni transversales) de un gnomo cabroncete, se ha descolocado, y así, todas las palabras han quedado descolocadas. Organízalas como mejor puedas para descifrar el truncado mensaje: “La planeta rueda podemos misterioso Las Hilanderas, ya que avatares curiosos de la vida dignos hará esta semana se muestra te sucedan narrados La Fortuna o (No te decir más) esta vez, Mercurio tu ser. que de a los nietos muy y taciturno”.

horóscopo semanal de virgo VIRGO
Aparte de unas molestias gastrointestinales del bazo de la parte neofrontal superior izquierda, esta semana será muy propicia, Virgo, para emprender nuevos proyectos. Así que ya sabes, proyecta tu sombra sobre el asfalto con decisión, impronta y energía revitalizadora y revitalizante. Y no olvides super-mineralizarte y super-vitaminarte.

horóscopo semanal de libra LIBRA
Vas a conocer a alguien esta semana. Ese alguien será alguien que se cruza en tu camino. De hecho hasta te va a pisar dos veces seguidas. Te dirá dos veces perdón y os haréis dos veces amigos. Esa amistad te llevará por buenos senderos. Esos senderos te llevarán por buenas vibraciones. Esas vibraciones tan buenas te traerán buena onda. Hasta que alguien te vuelva a pisar dos veces seguidas y entonces, sólo entonces, comenzará la misma canción. ¿Que qué canción? Ni idea, pregúntale a la SGAE.

horóscopo semanal de escorpio ESCORPIO
Comer sandía te hará mear más y renovará tus riñones, cosa que vas a necesitar, y cuanto más, mejor, para paliar y evacuar tanto sentimiento negativo que se va a cernir sobre ti. Mear y limpiarse de negatividades va a ser todo uno. Pero cuidado, todo tiene su contrapeso, tanto orinar puede deshidratarte, con lo que llegamos a la parte contratante de la primera parte: que vuelvas a comer sandía.

horóscopo semanal de sagitario SAGITARIO
Como a buen entendedor pocas palabras bastan, esta semana tendrás que afilar tu pericia para entender cabalmente tus predicciones de la semana, ya que el mensaje nos ha llegado vía telegrama, y dice así: “Desliz en el amor. A la cama. Tan conocido como desconocido. Cuidado pájaro azul, pero no condón”.

horóscopo semanal de capricornio CAPRICORNIO
Lo primero un consejito: “Tonterías, las precisas, querido Capricornio”. Por lo demás habrá demasía de momentos desmandados. En el amor, en el trabajo, en las finanzas, en el tiempo climatológico, en la familia, en el coche, en Abisinia. Como aquel que decía “siempre nos quedará París”, a ti, de manera análoga, sólo te quedará el aceite para poder perderlo.

horóscopo semanal de acuario ACUARIO
Para variar, tus seres queridos y familiares intentarán obligarte a hacer cosas que odias hacer. Di que NO a todo. Y mantente firme. Demuestra que cuando quieres eres capaz de ser absolutamente enérgico y categórico. Te llamarán egoísta. Y tú di que sí, totalmente, y a mucha honra. Seguramente tu actitud genere tensiones familiares que pueden romper en algún pequeño llanto histérico, o incluso algún que otro bofetón, pero aún así no debes apearte de tus negativas en ningún momento. Que empiecen a dejar de valorarte como lo que en realidad eres, o sea, un cero a la izquierda.

horóscopo semanal de piscis PISCIS
Después de ducharte, al ir a secarte, la toalla con que te seques se va a encaprichar contigo. Se va a quedar (nos referimos a la toalla, evidentemente) pegada a tu piel como una lapa. No vas a poder quitarte la toalla de encima, parecerá que está clavada a tu piel como una garrapata. La solución es ir al médico. Pero tendrá que ser un médico de tu mismo signo zodiacal (o sea, Piscis) y también ha de ser del sexo contrario, para que juntos os quitéis la respectiva toalla el uno al otro.


Nota: Algunas de las predicciones de este horóscopo, por razones obvias, están escritas en clave. Este horóscopo se publica (normalmente) todos los domingos. Cualquier concidencia con la realidad NO es SÓLO mera casualidad.

autor: pepeworks / josé martín molina

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Leon Tolstoi: novela Resurrección
Leon Tolstoi (1828-1910)
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Resurrección
de Leon Tolstoi
[1899]


PRIMERA PARTE

I


En vano los hombres, amontonados por centenares y miles sobre una estrecha extensión, procuraban mutilar la tierra sobre la cual se apretujaban; en vano la cubrían de piedras a fin de que nada pudiese germinar en ella; en vano arrancaban todas las briznas de hierba y ensuciaban el aire con el carbón y el petróleo; en vano cortaban los árboles y ponían en fuga a los animales y a los pájaros; la primavera era la primavera, incluso en la ciudad. El sol calentaba, brotaba la hierba y verdeaba en todos los sitios donde no la habían arrancado, tanto en los céspedes de los jardines como entre las grietas del pavimento; los chopos, los álamos y los cerezos desplegaban sus brillantes y perfumadas hojas; los tilos hinchaban sus botones a punto de abrirse; las chovas, los gorriones y las palomas trabajaban gozosamente en sus nidos, y las moscas, calentadas por el sol, bordoneaban en las paredes. Todo estaba radiante. Únicamente los hombres, los adultos, continuaban atormentándose y tendiéndose trampas mutuamente. Consideraban que no era aquella mañana de primavera, aquella belleza divina del mundo creado para la felicidad de todos los seres vivientes, belleza que predisponía a la paz, a la unión y al amor, lo que era sagrado e importante; lo importante para ellos era imaginar el mayor número posible de medios para convertirse en amos los unos de los otros.

Así, en la oficina de la prisión de una cabeza de partido se consideraba como sagrado e importante no el hecho de que la primavera regocijase y encantase a todos los hombres y a todos los animales, sino el de haber recibido la víspera una hoja timbrada y numerada que contenía la orden de conducir aquel mismo día, 28 de abril, a las nueve de la mañana, al Palacio de Justicia a tres detenidos: dos mujeres y un hombre. Una de esas mujeres, considerada la más culpable, debía ser conducida por separado. Y he aquí que, de conformidad con semejante aviso, el 28 de abril, a las ocho de la mañana, el vigilante jefe entró en el sombrío e infecto corredor del departamento de mujeres. Iba seguido por la vigilanta, mujer de aspecto cansado, de cabellera gris, vestida con una camisola cuyas mangas estaban adornadas de galones y la cintura recamada de azul.

-¿Viene usted a buscar a Maslova? -preguntó, acercándose con el guardián a una de las celdas que daban al corredor.

El vigilante, con un ruido de chatarra, hizo funcionar la cerradura y abrió la puerta, por la que se escapó un aire más nauseabundo aún que el del pasillo.

-¡Maslova! ¡Al tribunal! -gritó.

Luego cerró la puerta y aguardó.

Incluso en el patio de la prisión, el aire que llegaba de los campos era fresco y vivificante. Pero en aquel corredor, la atmósfera se mantenía pesada y malsana, infectada de estiércol, de podredumbre y de brea, lo que hacía que todo recién llegado, desde el mismo momento de su entrada, se pusiera tríste y taciturno. La vigilanta lo notó también, por muy acostumbrada que estuviese a aquel aire viciado. Apenas entró en el comedor experimentó una especie de fatiga y somnolencia.

En la celda común de las presas se oían voces y el ruido de pasos producidos por pies descalzos.

-¡Vamos! ¡Más aprisa! ¡Te digo que te apresures, Maslova! -gritó el vigilante jefe por la rendija de la puerta entornada.

Dos minutos después apareció una mujer joven, bajita, de pecho amplio, vestida con un capotón de tela gris puesto encima de una camisola y de una saya blanca.

Con paso seguro se acercó al vigilante y se detuvo a su lado. Llevaba medias de tela y, como calzado, unos trapos bastos arreglados en la misma cárcel a manera de zapatos; se cubría la cabeza con una pañoleta blanca que coquetamente dejaba escapar los bucles de una abundante cabellera negra. Su rostro tenía esa palidez particular que sigue a un largo enclaustramiento y que recuerda el tinte de las simientes de patatas guardadas en los sótanos. La misma palidez había invadido igualmente sus manos, pequeñas y anchas, y su cuello lleno, que emergía de la gran abertura del capotón. y en aquel color mate del rostro se destacaban unos ojos negros, brillantes y vivos, uno de los cuales bizqueaba ligeramente.

La joven se mantenía erguida, adelantando su amplio busto. Al llegar al corredor levantó la cabeza, miró directamente al vigilante a la cara y se detuvo en una actitud que daba a entender que estaba dispuesta a hacer todo lo que se le mandase. La puerta de la celda iba a cerrarse cuando apareció el rostro pálido, arrugado y severo de una anciana que se puso a hablarle a Maslova. Pero el vigilante rechazó con el batiente de la puerta la cabeza de la presa, que desapareció. Una risa de mujeres resonó en el interior. Maslova sonrió igualmente y se acercó a la mirilla enrejada. Desde el otro lado la vieja le gritó con voz ronca:

-¡Sobre todo, procura no decir demasiado! ¡Repite siempre lo mismo y nada más!

-¡Bah! -dijo Maslova sacudiendo la cabeza-. Me pase lo que me pase, nada podrá ser peor de lo que es. Todo es una misma cosa.

-Desde luego que todo es una cosa, y no dos -dijo el vigilante jefe, convencido de haber hecho un brillante juego de palabras -.¡Vamos, en marcha!

El ojo de la vieja, pegado tras la mirilla de la puerta desapareció y Maslova siguió al guardián con cortos y precipitados pasos. Bajaron la ancha escalera de piedra, pasaron ante las celdas de los hombres, más malolientes aún y más ruidosas que las de las mujeres, y, bajo las miradas de los inquilinos de las celdas, llegaron así a la oficina de la cárcel, donde aguardaban dos soldados con el fusil en bandolera. El escribiente que se encontraba allí dio a uno de los soldados una hoja impregnada de olor a tabaco y dijo, señalando a la detenida:

-Hazte cargo.

El soldado, un campesino de Nijni-Novgorod, de cara marcada por la viruela, se puso el papel en la vuelta de la manga, sonrió y guiñó maliciosamente los ojos a su camarada, un chuvaco de anchos pómulos prominentes. Los soldados y la presa salieron de la oficina y luego franquearon la gran verja de la cárcel.

El grupo caminó por la ciudad por el centro de la calzada. Los cocheros, los tenderos, las cocineras, los obreros y los empleados se detenían, examinando con curiosidad a la presa. Algunos sacudían la cabeza y pensaban: «He ahí adónde lleva una mala conducta, que afortunadamente no se parece a la nuestra.» Los niños miraban con espanto a «aquella criminal», pero se tranquilizaban a la vista de los soldados que la ponían en la imposibilidad de hacer daño. Un campesino que acababa de tomar té en la posada y vendía carbón se acercó a ella, hizo la señal de la cruz y le entregó un copec. La joven enrojeció, bajó la cabeza y murmuró algunas palabras.

Sintiendo miradas fijas en ella, observaba sin volver la cabeza a quienes se quedaban contemplándola al pasar, divertida por verse objeto de tanta atención. Gozaba también de la dulzura del aire primaveral al salir de la atmósfera malsana de la cárcel.

Pero, habiendo perdido la costumbre de caminar, con sus zapatos de trapo se lastimaba al pisar sobre las piedras, esforzándose por no apoyarse demasiado en el suelo. Al pasar ante la tienda de un vendedor de harina en cuyo umbral picoteaban algunas palomas, la presa estuvo a punto de pisar a una de ellas. Ésta levantó el vuelo y, con un batido de alas, casi rozó la oreja de MasIova. Ella sonrió; luego, al recordar su situación lanzó un profundo suspiro.
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(Resurrección, novela de Leon Tolstoi)
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28 enero 2012


página web oficial del actor Carlos Díaz
(145) web del actor Carlos Díaz: www.carlosdiazactor.es
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27 enero 2012


página web de ETC etcétera ... Espacio, Teatro, Crecimiento y demás: Cursos y talleres de teatro, teatro para divertirse, teatro terapéutico, terapia gestalt, interpretación para cine, teatro para empresas...
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26 enero 2012



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Deja tus comentarios: Chica sexy en pantalones ajustados de latex rojo
A partir de ahora voy a ir dejando aquí, como comentarios adjuntos a este post, los comentarios que vaya dejando en otros blogs, que algunos me los curro mucho y tienen algunos hermosos hallazgos literarios o salidas provechosas e ingeniosas, que el ingenio tiene unas alas muy caprichosas y muchas veces te pilla su destello en cualquier momento fortuito e irrecuperable. Así este post es una especie de meta-post de otros posts, cuya procedencia también será indicada. Y así no se pierden esos jugosos comentarios que dejamos aquí y allá cuando los blogs desaparecen, bien por eliminación de entradas, bien por supresión, aniquilamiento, defunción de blogs enteros, que quizá nacieron por un celérico capricho y de la misma forma murieron, como mariposas que no llegaron a ver la luz, cualquier día, hoy mismo.

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24 enero 2012


Sueño (85) publicado en Un laboratorio indecente el 17/01/2012


(85) No sé si ponerme una minifalda

soñando que estoy ante el armario y ante el espejo, viendo qué ponerme, quizá una falda o minifalda, para salir de noche con los amigos
En honor a nuestro amigo Meki, que se encuentra hospitalizado en estado grave, hemos decidido salir por la noche para rememorar viejos tiempos. Yo me encuentro ante el armario, eligiendo ropa que ponerme para salir. He pensado en llevar un toque original, así que me he probado una minifalda, que a su vez lleva encima una redecilla negra a modo de envoltorio de la falda, a modo de una más liviana segunda minifalda. Me miro en el alargado y vertical espejo (muy similar a los que teníamos clavados en las puertas de los armarios de nuestra antigua casa de Alcorcón) y la verdad es que me convence mi indumentaria y no me convence. No paro de mirarme en el espejo, intentando tomar una decisión concreta.

A todo esto llega Gus a casa y con paciencia y resignación, va viendo mis vaivenes con las posibles ropas que ponerme, sin opinar ni mal ni bien en absoluto, debe estar ya acostumbrado a mis rarezas. Descubro que en la parte del pecho llevo puesta una ridícula camiseta con tirantes un tanto infantil y amariconada, vamos que parece el peto de una niña pequeña. Le echo la bronca a Gus por no avisarme de esta porquería de prenda que por descuido me había colocado encima. Llegará Albero, que se impacientará algo más que Gus con mis indecisiones de guardarropía (también creo que aparece en el sueño David Pastor, pero no estoy seguro ni sé en qué momento irrumpe). Y yo sigo erre que erre, que si me pongo esta falda tan reducida encima de los pantalones o si no me la pongo. Me queda bien, eso está claro, pero quiero ir, pese a la falda, ataviado de manera masculina, que no haya dudas ni me tomen los extraños por un travesti. Pero yo ya me sé de otras veces que al llevar prendas femeninas uno da lugar a malas interpretaciones, de ahí mis perennes dudas. Es posible que finalmente salgamos y callejeemos un poco, pero al instante, como haciendo borrón, vuelvo ante el espejo y el armario, a continuar con mis eternas consideraciones de atavío.

Habrá otra segunda parte del sueño, bien distinta, en la que vagamente recuerdo mi trato con unas mujeres, y en la que vuelve a surgir otra situación igualmente cíclica y recurrente, sin solución de continuidad.

El libro de los sueños del autor José Martín Molina
Narración perteneciente al libro de relatos "Sueños" (Tomo I) del escritor José Martín Molina. Ahora disponible tanto en formato libro como en formato eBook.

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23 enero 2012


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22 enero 2012


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horóscopo semanal de aries ARIES
Extrañas pesadillas te perseguirán las noches del miércoles, jueves y viernes. Hombres con cabeza de perro te untarán el cuerpo de betún y te atarán a una pira para prenderte fuego. Por suerte llegará Batman y te salvará. Pero después hombres con cabeza de serpiente te embadurnarán todo el cuerpo con un asqueroso ungüento verdinegro e intentarán empalarte después de haberte calcinado un poco… Entonces te despertarás con sudores fríos y la extraña sensación de que te han robado la cartera.

horóscopo semanal de tauro TAURO
Se ha descubierto una capacidad de algunos nativos de este signo que se verá acentuada, incrementada, alzada y revalorizada a lo largo del lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado, salvo el domingo, porque algún día había que descansar. Esa inherente capacidad propia de Tauro, no es ni menos ni más, que la capacidad de hacer amigos invisibles. Suerte y aprovecha las enseñanzas de esos seres que sólo puedes ver tú. Toma la precaución, eso sí, de que no te oigan hablar con los invisibles o muchos a tu alrededor se pensarán que te falta tornillo y medio.

horóscopo semanal de géminis GÉMINIS
Al fin nos ha arreglado el telescopio el técnico de la NASA. Lo malo es que al ir a ver la noche estrellada para dilucidar tus predicciones para esta semana, querido Géminis, una enorme nebulosa inexplicable nos ha entrado en el ojo, cegándonos para ver las estrellas. Hasta que no lo arreglemos con el oculista, poco te podemos decir. Puedes consultar el signo de Leo, a ver qué pone.

horóscopo semanal de cáncer CÁNCER
Esta semana vas a tener halitosis, así que por favor, cuando hables, gira la cabeza hacia otro lado.

horóscopo semanal de leo LEO
Unos bellacos desalmados intentarán hacerte bellaquerías desalmadas y sobre todo emplearán todos sus métodos disponibles para no pagarte tu trabajo en lo que se merece. Intentarán racanearte hasta los buenos días. Mantente firme y amenázales con denunciarles a las autoridades a las que sea preciso recurrir. Si no dan su brazo a torcer, retuérceles tú directamente el brazo.

horóscopo semanal de virgo VIRGO
Vas a tener la singular tendencia esta semana de confundir el agua con el aceite y viceversa. Así le echarás agua a la ensalada y al tirar de la cadena saldrá aceite. Asimismo confundirás la velocidad con el tocino y a los políticos con los futbolistas. Como podrás ver, vivirás una semana confusa, donde todo cambiará semánticamente. Ante ti todo adoptará las formas camaleónicas más diversas.

horóscopo semanal de libra LIBRA
A mediados de semana es posible que te nazcan unos golondrinos en el sobaco. Pueden llegar a picarte bastante, lo mejor es que no apliques desodorante en la zona. Mejor que te cante un poco el ala a que te rasques como un chimpancé con piojos. No obstante, te puedes despreocupar, igual que aparecieron los golondrinos, desparecerán. A finales de semana: ni rastro.

horóscopo semanal de escorpio ESCORPIO
Sería bueno que esta semana alguien te hiciera la acupuntura para nivelar todas tus energías. Ya que estás un poco zozobroso entre los vaivenes del Yin y del Yan. Se te viene por delante una semana un tanto desequilibrada. Estarás contento e irascible, calmado y atacado, cansado y con ímpetu, ilusionado y asqueado. Lo dicho, nivélate con una acupuntura bien hecha. En cuanto al dinero que hay en tu bolsillo, esta semana, misteriosamente, desaparecerá. En cuanto al amor, también desaparecerá algo.

horóscopo semanal de sagitario SAGITARIO
Una sabia indicación para esta semana, amigo Sagitario, en relación con la salud, es que no te arranques ningún pelo de la nariz. Ya que por el famoso efecto mariposa, al arrancarte un pelo nasal, un cataclismo ocurrirá a unos 1872 kilómetros de donde te encuentres. Sé solidario y no escatimes pelos de la napia.

horóscopo semanal de capricornio CAPRICORNIO
Te darán una noticia que te llenará de contento. También te alegrará y hará, a la par, que te sientas ufano. Te sentirás satisfecho por la noticia recibida, además de feliz. Además, posiblemente, te sientas ilusionado, incluso desenfadado y bienhumorado. Hasta te provocará euforia y sin querer darás un manotazo a un jarrón que se hará pedazos contra el suelo. Al ver la cara de pocos amigos que pondrá el dueño del jarrón (porque no era tuyo el jarrón), te entrarán unas ganas incontroladas de reir y se te escapará un pedito.

horóscopo semanal de acuario ACUARIO
Nuestro mensaje para esta semana es bastante críptico. Empieza por “O” y termina con la “H” y es un mensaje que sólo tiene 2 letras.

horóscopo semanal de piscis PISCIS
Come mucho alpiste esta semana para agudizar la vista, lo vas a necesitar. Si alguien te pregunta dónde está la calle del olvido, hazte el sueco. De paso, si te topas con un espía informático retuércele el cuello de nuestra parte. Ah, evita la alcachofa esta semana, cuando te la encuentres (a la alcachofa) cámbiate de acera.


Nota: Algunas de las predicciones de este horóscopo, por razones obvias, están escritas en clave. Este horóscopo se publica (normalmente) todos los domingos. Cualquier concidencia con la realidad NO es SÓLO mera casualidad.

autor: pepeworks / josé martín molina

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21 enero 2012


Sueño (84) publicado en Un laboratorio indecente el 16/01/2012


(84) Partido oficial de la Selección Española de fútbol contra el Atlético de Madrid

Partido oficial de la Selección Española de Fútbol contra el Atlético de Madrid, clasificación para el Mundial de Estados Unidos
Partido oficial de la Selección Española de fútbol. Jugamos contra el Atlético de Madrid. Es un partido eliminatorio para la clasificación del Mundial. Está claro que vencer será muy fácil. Yo también estoy en el terreno de juego, como defensa, que es mi puesto habitual. Es desde luego un misterio que tengamos que enfrentarnos al Atleti, en vez de hacerlo contra otra selección. Estamos jugando en Alemania. Un gran público abarrota las localidades. La furia española, incesante, ataca una y otra vez, hasta conseguir el primer tanto, todo un golazo, quizá del Niño Torres. Al poco se pierde todo el interés por el enfrentamiento. Los jugadores de la Selección permanecen parados, los jugadores del Atleti han desaparecido casi por completo, ya casi no hay público en las gradas. En una gran pantalla están emitiendo noticias relacionadas con el próximo Mundial y todos permanecen atentos, parados en el campo, casi en fila india. Y resulta que no, que al final el resultado de este partido no influye como fase de clasificación. Yo quiero aprovechar la paralizada coyuntura para meter un gol, que hoy lo tengo fácil, pero cuando estoy solo delante de la portería contraria y chuto, el balón golpea con unos hierros planos que hay a ras de suelo y el balón sale fuera.

Después estamos todos en los vestuarios, revisando nuestras camisetas del Mundial. Entre nosotros pasa un momento Vicente del Bosque, que serio, sin hablar con nadie, aunque con alguna mirada de complicidad, se dirige a otra estancia. Alguien se sorprende al ver que mi camiseta, extendida sobre una mesa, con mi nombre en el dorsal, no tiene número. Lo cual demuestra que no estoy convocado para el Mundial. El resto del equipo se muestra afligido y pesaroso, en cambio a mí me alegra la cuestión, porque no tenía la intención de ir a Estados Unidos, que es donde se juega el siguiente Mundial. Les dedicaré a mis compañeros una palabras muy emotivas de despedida, explicándoles mi orgullo de haber jugado con ellos, que son muchísimo mejores que yo, además de estar yo ya mayor para estas lides, frisando como friso la cuarentena. Y que aunque yo ya no juegue en la alineación todos los triunfos que han logrado y que seguirán consiguiendo también los recibo yo...

Finalmente tienen que venir a recogernos, para desplazarnos hasta Alicante (curiosamente Alicante, en el sueño, se sitúa al noroeste de España). Estamos esperando a unos frailes y monjas que son los que se encargarán de atendernos y de nuestro traslado. Yo me quiero ir, pero la cosa está complicada, ya que estamos atrapados y nadie puede salir. A ver cómo logro escabullirme...

Previamente a esta parte final, he soñado también que me internaba con dos compañeros por una galería que conducía al vestuario. Al volver, tres camiones y una serie de armarios taponaban la entrada. Los camiones, de remolque, estaban llenos de cachivaches y cosas aparentemente inservibles. Un guardia se encargaba de vigilar todo. Yo disimulaba, demorándome en dirigirme a los vestuarios, porque quería llevarme, sin que me viera el rudo vigilante, una de esas raras piezas metálicas a modo de souvenir.

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