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Exótica obra del periodo tahitiano de Paul Gauguin titulada Manao tupapau (El espíritu de los muertos vela) y pintada en 1892. Un Gauguin en busca del arte primitivo y de los orígenes ancestrales del ser humano y su psique, lejos del mundanal ruido, en un edén aborigen, puro, no contaminado por la devastadora y colonial cultura occidental, en contacto directo con el espíritu de "lo salvaje". Hermosa pintura de colores terrosos y fuertes, estructurado en una sencilla complejidad; un cuadro que nos llena de evocaciones prístinas, de silencios prehistóricos y sensuales, momentos indelebles preñados de esencia y paraíso ancestral. Un entorno donde la sexualidad se muestra tal y como es, al natural, al margen de toda la mitología consumista y represora del sexo en Occidente.
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Estás viendo el blog personal del escritor y diseñador José Martín Molina (Pepeworks). Puedes saber más sobre sus creaciones en sus sitios web:
► web de escritor: www.josemartinmolina.com
► web de diseño: www.pepeworks.com . Se agradece la visita!
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:)
ResponderEliminarGauguin siempre es Gauguin. Marca propia. Único. Por eso es uno de los Genios de la Pintura. Y quizá, mucho más que eso! ;)
EliminarSeguramente hay que separar moral de excelencia artística, pero calificar de "Prístina" la obra de un declarado pederastra que infectó la sífilis a muchas de susu amantes, considero que resulta ¿¿¿ escesivo ??? No sé, cuanto menos arriesgado...
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